Bajo por la escalera que se va tornando cada vez más turbia. Mis pies se superponen pero no caigo, me mantengo suspendida entre el aire y un escalón, pensando en los que quedan por pisar. Y los párpados me pesan, me dicen que quieren bajar para no ver. Para no verte ni a vos, ni a él. Para seguir solos ellos dos, como si nunca te hubieran conocido. Y así quedar en compañía de mis dos pupilas, grandes y negras, como el negro que se ve al final de la bajada.
viernes, 29 de agosto de 2008
jueves, 28 de agosto de 2008
Cierra sola
Te miro con los ojos cerrados, me tiro del pelo y los aprieto aún más, y los párpados, pegados entre sí, me provocan ardor, destellos de pequeños puntitos, que a veces puedo llegar a ver. Entre el intento de divisarlos pienso. Te pienso. Ojalá sigas a mi lado, pensando en cómo calmar mi dolor cuando te mire de otra forma, cuando al fin pueda abrirlos para poder ver solamente lo que es real, lo que sos vos.
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