jueves, 2 de agosto de 2012
jueves, 26 de enero de 2012
Su vestido tenía rombitos y me dio ternura. La invité al río. Metimos los pies descalzos y la corriente nos llevó. Había llovido ayer. No tuvimos miedo. Nos frenó un árbol caído después de un rato de ir sin saber a dónde. Nos sentamos en su tronco que tatuó nuestras piernas con texturas. Cantamos una canción. O por ahí no la cantamos, aunque algo sí sonaba.
Nos callamos. Nos miramos. Metimos los pies para que la corriente nos llevara.
Nos callamos. Nos miramos. Metimos los pies para que la corriente nos llevara.
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