miércoles, 25 de agosto de 2010

Espero

Puedo decir que no tengo baldosas. Que todo el que pasa se ríe de mi vereda. Yo desayuno sentada ahí y lo puedo ver. Nunca me tomo todo el café de la taza porque le regalo el final al ángulo de mi izquierda, entre la pared y el suelo. Quiero que tengamos gustos parecidos cuando crezca y me entienda más. No tendré baldosas pero en mi escalón está creciendo un árbol. Aunque aún sea pequeño, sé que será uno, y el más alto de la cuadra.

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