Una montaña rusa. Despierta acalorada y con un grito ahogado. En Primavera agarra el primer vestido que pisó. Buen día, cara. Patea unos zapatos para que entren en un cajón. Buen día, cosita, ¿quién es el más lindo? Se moja, cepilla la florcita de su muñeca izquierda. Tararea una melod- suena el teléfono. ¿Hola? Pelotudo. Melodía. Sale a la vereda y algo le pincha un pie. Sangre. ¿Dónde mierda dejé el algodón? Sentada. Curita, correa. Parque Lezama. Descansa los ojos, nomás. Inhalo. Jazmines. Exhalo y me duele el pie. Se para y pisa un colchón de algo que fue un montón de hojas. Ya empiezan a caer esas saladitas. Arriba, noche, cielo y nubes revueltas.
Él dice "te puedo llevar a la parada, pero no voy a dejarte volver a tu casa". Entonces ella se va, pero al rato vuelve para decirle "no me voy a ir, podés acompañarme". Caminan. Paran. La mira y le dice "este lugar va a ser patrimonio de nuestra humanidad". Ella no responde, mira para allá. Cuando lo vuelve a mirar, se besan. Frunce los ojos y no ve más que oscuridad.
Los abre y se sienta en su cama.
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